Al margen de la participación de las compañías en los compromisos alcanzados con la Agenda 2030 para reducir emisiones, las empresas públicas están volcando su estrategia sostenible en la salud y el bienestar de los empleados y en la descarbonización.
El papel estratégico que este sector cumple hacia la transición de una economía más sostenible está en clara sintonía con la agenda ESG (ambiental, social y de gobierno) contribuyentes de facto y ejemplo a la hora de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Si los consumidores están exigiendo (cada vez más) el compromiso verde de las empresas, las participadas por el Estado han puesto el foco especialmente en este sentido, como parte del reto que lleva al ámbito empresarial a apostar por la creación de una cultura de bienestar laboral.
Grupo de Acción
Si atendemos al último estudio del Pacto Mundial de la ONU, se refleja que un 96,3% de las empresas públicas ya están llevando a cabo acciones relacionadas con los ODS, lo que supone 14 puntos por encima de las empresas privadas.
En este sentido, el informe Clima y bienestar, elaborado en el marco del Grupo de Acción de Sostenibilidad y RSE en las Empresas Públicas, liderado por Forética y formado por 31 entidades, identifica algunas de las iniciativas que llevan a cabo para contribuir a esos objetivos.
Se identifican así, cinco dimensiones de la salud y el bienestar que las empresas tienen que abordar:
- Ocupacional (salud y seguridad).
- Física.
- Mental social.
- Financiera.
El informe detalla que la gran mayoría de las empresas que conforman el Grupo, entre las que se encuentran Adif, Aena, Cesce, Enaire, Navantia, Renfe o RTVE, entre otras, cuentan ya con estrategias para cuidar la salud y el bienestar de sus equipos.
El caso es que, junto a la salud laboral, las empresas públicas deben avanzar en la descarbonización para llegar a la meta de las cero emisiones. Para ello, la estrategia climática compete al 80% de estas compañías que incluyen acciones y medidas de eficiencia energética, electrificación y consumo de energías renovables.
Iniciativas públicas
Las empresas públicas son activas también en iniciativas. Está el ejemplo del ICO, como emisor de referencia con el lanzamiento de trece emisiones de bonos sostenibles por valor de más de 6.500 millones de euros.
A su vez, cuatro de estas emisiones son bonos verdes que han ayudado a impulsar 30 proyectos de energías renovables y transporte limpio de grupos españoles, y nueve sociales. De hecho, el ICO ya lanzó en 2020 la primera emisión pública de un Bono Social Covid.
Por su parte, Navantia ha desarrollado una iniciativa basada en la compensación de emisiones, cuya finalidad es un proyecto de reforestación en Cádiz para la absorción de dióxido de carbono.
Son ejemplos de reconversión hacia un mismo cometido que ejemplifiquen una sostenibilidad que ya está de moda pero que, de ningún modo, puede ser pasajera.
